Las inversiones externas como determinante en el proceso de industrialización en la ciudad de Querétaro y su zona metropolitana, 1943-2018

External investments as a determinant in the industrialization process in the city of Querétaro and its metropolitan area, 1943-2018

RESUMEN: Este trabajo tiene como objetivo analizar el destacado papel que tuvieron los capitales, empresas y empresarios foráneos para potenciar el proceso de industrialización en la ciudad de Querétaro (México) y su zona metropolitana, que incluye los municipios de Corregidora, El Marqués y Colón, entre 1943-2018, en el marco de un periodo histórico en que se desarrollaron dos modelos económicos: la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) y el neoliberalismo. Se tiene como eje principal la importancia que tuvieron las inversiones foráneas, entendido este término como empresas extranjeras y de grupos empresariales privados mexicanos para la puesta en práctica de dicho desarrollo industrial a lo largo de más de siete décadas, así como indagar en los tipos y procesos de industrialización que se dieron en ese periodo y sus relaciones con ámbitos socio-técnicos y de trabajo. Se sugiere como hipótesis que dicho proceso de industrialización se puede definir como artificial y exógeno. Primero, porque no existió un empresariado local que llevara a cabo dicho proceso, como sucedió en otras ciudades de México -como Monterrey-, y exógeno porque, mediante capitales nacionales de otras regiones del país, y sobre todo del extranjero, se llevó a cabo la industrialización de la ciudad. De lo anterior se desprende un proceso de industrialización dependiente, inserto en la periferia que ha limitado la capacidad endógena en términos tecnológicos, pero también laborales, situación que ha tendido a agravarse en la década de 1980 y que ha seguido su curso hasta la actualidad.

Palabras clave: Industrialización por Sustitución de Importaciones, neoliberalismo, empresas, capitales externos, centro-periferia

ABSTRACT: This work aims to analyze the outstanding role that foreign capital, companies and entrepreneurs had in promoting the industrialization process in the city of Querétaro (Mexico) and its metropolitan area, which includes the municipalities of Corregidora, El Marqués and Colón, among 1943-2018, within the framework of a historical period in which two economic models were developed: Import Substitution Industrialization (ISI) and neoliberalism. The main axis is the importance of foreign investments, understood as foreign companies and private Mexican business groups, for the implementation of said industrial development over more than seven decades, as well as investigating the types and industrialization processes that occurred in that period and their relationships with socio-technical and work areas. It is suggested as a hypothesis that said industrialization process can be defined as artificial and exogenous. First, because there was no local business community to carry out this process, as happened in other cities in Mexico -such as Monterrey-, and exogenous because, through national capital from other regions of the country, and especially from abroad, it was carried out the industrialization of the city. From the above, a process of dependent industrialization emerges, inserted in the periphery that has limited endogenous capacity in technological terms, but also in labor terms, a situation that has tended to worsen in the 1980s and that has continued its course to the present.

Keywords: Import Substitution Industrialization, neoliberalism, companies, external capital, center-periphery

Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo analizar el proceso de industrialización en la ciudad de Querétaro (México) y su zona metropolitana, que integra los municipios de Corregidora, El Marqués y Colón1 entre 1943-2018,2 teniendo como eje principal la importancia que tuvieron las inversiones foráneas -entendido este término como empresas extranjeras y de grupos empresariales privados mexicanos y del Estado mexicano- para la puesta en práctica de dicho desarrollo industrial a lo largo de más de siete décadas, así como indagar en los tipos y procesos de industrialización que se dieron en ese periodo y sus relaciones con ámbitos socio-técnicos y de trabajo.

Lo anterior se realizará mediante una investigación general en el largo plazo y con distinción en lo que se conoce como historia contemporánea, entre dos modelos económicos divergentes, el sustitutivo de importaciones o nacionalista, como algunos autores dentro de la historiografía mexicana lo han categorizado temporalmente, y el neoliberal, al que se le puede fechar y clasificar en tres momentos: uno primero de establecimiento, entre 1982 y 1988, de crisis económica y de reestructuración industrial, con una economía que comenzó a liberalizarse con la firma del Acuerdo General Sobre Aranceles (GATT) en 1986; un segundo momento de 1989 hasta el 2000, con la firma de acuerdos comerciales, del que sobresale la firma e implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); y otro de fase acelerada (2000-2018), en el que se ha intensificado un proceso manufacturero mediante la construcción de nuevos parques industriales y la llegada de nuevas empresas a la ciudad y su zona metropolitana, principalmente de capitales estadounidenses.

De todo lo anterior, se tomarán como ejes vertebradores de la investigación la importancia que tuvieron para dicho proceso la llegada de empresas, empresarios y capitales externos, es decir, empresas extranjeras y nacionales ante la ausencia de un empresariado embrionario y fuerte como sucedió en otras ciudades mexicanas -como fueron los ejemplos de la Ciudad de México o Monterrey-, así como otras urbes latinoamericanas como Medellín y Sao Paulo -esta última, producto de un proceso de fuerte inmigración endógena y exógena. En ese sentido, la pregunta que guía esta investigación es: ¿por qué en el caso de Querétaro y su zona metropolitana durante el periodo de 1943-2018 se priorizó la inversión foránea con la llegada de empresarios, empresas, capitales y tecnología para llevar a cabo su proceso de industrialización?

En este tenor, y a manera de hipótesis, se puede decir que el proceso de industrialización en la ciudad de Querétaro y lo que es su zona conurbada -Corregidora y El Marqués- fue artificial y exógeno. En primer lugar, porque no se contaba con un empresariado local que quisiera invertir en el sector secundario de la economía, ya que históricamente habían invertido en el sector servicios, pero también porque no querían arriesgarse en negocios que requerían de mayores capitales, recursos y personal. En segundo lugar, fue exógeno porque se logró mediante la atracción de capitales de otras partes del país y del extranjero, dejando a los locales mayoritariamente dentro del sector servicios y de algunos talleres manufactureros, debido a lo ya señalado que tiene que ver con la escasez de empresarios y capitales locales que quisieran invertir en el sector industrial. A la par de ello, y entre los años de 1943 al 2018, se propició un proceso de industrialización dependiente e inconcluso, que ha generado poco conocimiento tecnológico en términos de saberes y conocimientos industriales, ya que la mayor parte de capitales y tecnologías ha provenido del extranjero y, en menor medida, de otras partes del país, transfiriendo sus patentes y modelos desde las casas matrices hacia las empresas asentadas en Querétaro y su zona conurbada.

¿A caso los dependentistas no habían criticado que desde la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX se había generado una economía de enclave en diversas naciones de América Latina, que habían extraído los recursos forestales, mineros y agrícolas a cambio de escasos beneficios para la población que vivía o laboraba cerca de dichos enclaves? ¿O que las inversiones que provenía de centros hegemónicos -de las llamadas transnacionales- durante la segunda mitad del siglo XX buscaban reducir costos por mano de obra en los países periféricos e incrementar sus ganancias y beneficios en el mercado local? O recientemente, algunos científicos sociales han señalado que las llamadas multinacionales, nacionales y extranjeras en el siglo XXI, han realizado inversiones para ahorrar costos igualmente por mano de obra y de ahorro por logística y transportación, situación particular de México por su cercanía con los Estados Unidos. Los dos cuestionamientos sobre los beneficios que han buscado la transnacional durante la ISI y de multinacional en el neoliberalismo, se pueden señalar como parte de la problemática del proceso de industrialización queretano, lo cual ha inhibido un verdadero desarrollo de los trabajadores locales en términos de mejores ingresos y de avance de patentes de tecnologías propias. De hecho, el proceso de industrialización en América Latina y México en general dio menor importancia de la innovación tecnológica, lo cual implicó que el proceso no hizo nunca el tránsito hacia una capacidad endógena de creación del conocimiento” (Ocampo, 2008, p. 5).

De esta forma, el proceso y desarrollo de la industrialización en Querétaro es parte del sistema mundo capitalista y periférico -y más recientemente, globalizador-. En ese sentido:

La contradicción metrópoli satélite penetra aún más hasta caracterizar a todos los niveles y las partes del sistema capitalista. Esta contradictoria relación entre el centro metropolitano y el satélite periférico como el proceso de expropiación-apropiación del excedente, recorre todo el sistema capitalista mundial al modo de una cadena, desde su alto centro metropolitano mundial hasta cada uno de los diversos centros nacionales, regionales, locales y empresariales. Una consecuencia obvia de las relaciones externas de la economía del satélite es la pérdida de una parte de sus excedentes económicos a manos de la metrópoli (Gunder, 2005, p. 120).

Ese excedente se refiere al trabajo que realizan los obreros queretanos, el cual se transforma en un salario de hasta diez veces más bajo que los obreros de los principales centros industriales -por realizar el mismo trabajo u operación al interior de la fábrica-, lo que obviamente vuelve atractiva la Inversión Extranjera Directa IED para asentarse en la ciudad, su área metropolitana y, en términos generales, en el país.3

En cuanto a los autores que han desarrollado el tema de la industrialización en Querétaro, sus trabajos han sido elaborados en la temporalidad del siglo XX en aspectos como política industrial, transformación urbana y empresarios que han invertido en la ciudad. De ellos podemos destacar el de Eduardo Miranda (2005), Del Querétaro rural al industrial, enfocado mayoritariamente a analizar la transformación que sufrió la ciudad al pasar de una economía primaria a una enfocada hacia el sector secundario entre los años de 1940 a 1973, y lo que implicó para la ciudad un cambio no solo económico sino también social.

Una obra más que ha tratado el tema de la industrialización en Querétaro ha sido la de Carmen Imelda González y Lorena Erika Osorio (2000), Cien años de Industria en Querétaro, en dónde las autoras dan preminencia al proceso de industrialización no solo de Querétaro sino también de San Juan del Río, y cómo a través del tiempo ha ido cambiando y desarrollándose la infraestructura y los servicios a la par del desarrollo industrial en dos de las principales ciudades del estado de Querétaro.

También hay que destacar el trabajo que realizó Arturo Yamasaki (2008) en su obra titulada Querétaro contemporáneo, desarrollo socioeconómico, en la que brinda una radiografía del proceso económico del estado de Querétaro, particularizando en aspectos esenciales como el proceso de industrialización, que para el autor dio comienzo de manera acelerada en la década de 1970 con la llegada de empresas del ramo metal mecánico y de bienes de capital, así como el notable aporte de empresarios venidos de la Ciudad de México.

Por último, hay que mencionar el artículo de realizado por Selva Leonor Daville Landero (2013), que lleva por título “La evolución de la industria en Querétaro”, que se encuentra dentro del libro Tiempo y región. Estudios históricos y sociales, volumen VI, y el cual gira en torno al proceso evolutivo de la industria queretana en la segunda mitad del siglo XX, quien analizó el desarrollo de la industria automotriz auxiliar y la importancia que ésta tuvo y ha tenido para la ciudad de Querétaro en términos económicos.

De todo lo anterior, este artículo intenta poner en la palestra de la historia económica la importancia y aporte que han tenido los procesos regionales de industrialización en la historia de México, y que a su vez fueron detonantes, primero de una industrialización endógena y pensada mayoritariamente para un mercado interno -durante la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) entre 1943 y 1980- y, posteriormente, durante la implementación del neoliberalismo de un proceso de globalización exógeno y exportador, del cual Querétaro y su zona conurbada han sido parte integrante por lo menos desde la década de 1980.

Antecedentes de industrialización en México

Previo a la intensa industrialización y subsecuente modernización mexicana de las décadas de 1940, 1950, 1960 y 1970 del siglo XX, de cariz intervencionista y desarrollista y de 1980 hasta el presente bajo pautas neoliberales, y por consiguiente de manera alterna del comienzo del proceso industrial en la ciudad de Querétaro, existieron en la historia del país dos periodos de industrialización, ambos en el siglo XIX; el primero, en las décadas de 1830 y 1840 con el Banco de Avío4 propuesto por Lucas Alamán (Olvera, 2013, p. 30). El proyecto implicó el apoyo a las manufacturas sobre todo del ramo de los textiles, destacándose industriales como Estevan de Antuñano y Cayetano Rubio. A raíz de este proyecto vino el desarrollo de regiones con tradición obrajera (colonial) y textilera como Orizaba (Veracruz), Puebla y Querétaro, etapa histórica considerada de rasgos coloniales (Cardoso y Pérez, 1979).

Mientras que la segunda etapa fue mucho más madura y sucedió durante el porfiriato, con signos que el mismo Cardoso define como de transición al capitalismo, con empresas privadas tanto de capital nacional como extranjero en ramos de mayor diversificación que las de la época del Banco de Avío, por ejemplo, en la fundición de hierro, acero y fabricación de vidrio, además del ya tradicional ramo textil. En esta época también se fueron delineando y desarrollando regiones con claro impulso industrial, como la ciudad de Monterrey, centro económico que representó “el pivote económico del área norte de México” (Cerutti, 2006).

Posteriormente, la industrialización en la mayor parte del país y de la ciudad de Querétaro dio comienzo con la coyuntura económica y política del momento, la modernización que los regímenes posrevolucionarios implementaron tan discursiva y, en algunos casos, de manera práctica. Como tal, el desarrollo industrial en Querétaro se potenció en la década de 1940 con el inicio del proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones, ISI, el cual se originó en el momento en que la Segunda Guerra Mundial, con todo su potencial bélico, se libró en distintos frentes alrededor del mundo. De esta forma, la conflagración mundial impidió que países como México pudieran importar como de costumbre -sobre todo desde los Estados Unidos- algunos bienes de consumo y de capital (Aguirre y De la Peña, 2006, p. 60). Los primeros -ya casi en su totalidad se producían en el país- no fue difícil cubrirlos con el mercado interno. En ese sentido, existieron argumentos externos e internos a favor de llevar a cabo un proceso como la ISI en México, ya que:

Los argumentos de orden externo en favor de la ISI se basan en una crítica de la teoría estática de la especialización y de los efectos dinámicos esperados de las exportaciones. A este respecto se destacaban la inestabilidad de los precios de los productos primarios, el deterioro de los términos de intercambio de los países subdesarrollados y los déficits de la balanza de pagos. Entre los argumentos de orden interno en favor de la ISI se destacaban el desempleo, la industria naciente, la naturaleza dinámica de la dotación de recursos y la integración de la economía (Guillen, 2013, p. 2).

A la par de los argumentos dados a favorecer la implementación de la ISI en América Latina y México, y en diversas regiones como el caso que nos atañe -que es el de la ciudad de Querétaro y su área metropolitana-, hay que señalar que la industrialización per se fue tomada como vía hacia la modernización, el crecimiento económico y de generación de empleo, debido a:

  • La presencia de economías de escala que genera aumentos de productividad.
  • La existencia de encadenamientos productivos hacia adelante y hacia atrás (Empleo, innovación, crecimiento).
  • La industrialización es una fuente que estimula la innovación permanente (Herreros y Durán, 2011, p.3).

Una tipología para el estudio y análisis del proceso de industrialización de Querétaro durante la ISI y su transición hacia el neoliberalismo

De esta forma, y de acuerdo con la consulta de fuentes primarias y lectura de fuentes secundarias, el proceso de industrialización en Querétaro siguió pautas o etapas de desarrollo muy claras e identificadas:5

  • 1.-Bienes de consumo: textiles y alimentos, décadas de 1940 y 1950 (productos, sobre todo en el caso del ramo textil, con una tradición obrajera colonial y decimonónica), y que se consolidó a partir de la segunda mitad del siglo XX);
  • 2.-Metal mecánica, línea blanca y algunos bienes de capital, 1960, 1970, 1980;
  • 3.-Industria automotriz auxiliar, década de 1990;
  • 4.-Sector aeronáutico a partir del nuevo milenio.

De acuerdo a lo anterior, se distingue que la industrialización en la ciudad de Querétaro y su zona conurbada siguió un proceso por etapas bien diferenciadas en el que los dos modelos económicos aplicados en este largo periodo histórico, economía mixta (e implementación de la ISI) y posteriormente el neoliberalismo, fueron determinantes. En ese sentido: “el patrón de desarrollo en países emergentes comenzó con la elaboración de bienes de consumo y después se siguieron con mayor o menor rapidez las “etapas superiores” de la fabricación; es decir, maquinaria y bienes intermedios” (Hirschman, 1981, p. 494). Al igual que otros teóricos del desarrollo, como Gerschenkron, Prebish, Kaldor y Galbraith, que difundieron a través de escritos y conferencias que los países en vías de desarrollo podían salir de la pobreza mediante las inversiones en procesos de industrialización, ya que se

buscaba localizar los obstáculos para el “progreso económico” a partir de una concepción que polarizaba sociedades que clasificaba como tradicionales frente a sociedades que se consideraban modernas. En esta visión, el subdesarrollo implicaba “ausencia de desarrollo”, y el “atraso” de estos países era explicado por las debilidades que en ellos existían para su modernización (Biegel, 2006, p. 194).

Empero, en países como México y en -ciudades como Querétaro y su zona metropolitana-, la industrialización que intentó pasar al nivel de bienes de capital ha quedado, como lo propuso Fajnzylber (1983) para el caso de América Latina, como trunco o inconcluso, y la maquinaria y equipos de trasporte elaborados han sido meramente ensamblado bajo pautas tecnológicas que se importan de los países centrales, es decir, desde las empresas extranjeras que han asentado divisiones en naciones periféricas.

Se propone que el proceso de industrialización en Querétaro fue un fenómeno tardío y trasplantado -como se ha ido mencionando en este trabajo- y pudo desarrollarse debido a que los principales factores que lo han cimentado en el largo plazo han sido, según las fuentes primarias y secundarias consultadas:

1.- La llegada de capitales de empresas extranjeras y, en menor parte, de empresarios mexicanos de otras regiones del país, como el grupo Monterrey y el grupo económico posrevolucionario6 de la Ciudad de México -anteriormente Distrito Federal- y el Estado de México, ya que la ciudad no contó con un empresariado local importante que lograra dicho desarrollo industrial con sus propias ideas y recursos económicos.

2.- En ese tenor, no se debe olvidar el apoyo y la promoción de manera conjunta con el capital foráneo que fomentaron diversos gobernadores del estado de Querétaro y presidentes de la república en el periodo 1943-2018, a través de políticas para facilitar el asentamiento de empresas mediante el decreto de leyes que propiciaron exenciones de impuestos, así como la construcción de infraestructura carretera, ferroviaria y energética.

3.- Posición estratégica de la ciudad: nodo carretero y ferroviario con conexión hacia el norte, occidente y de cercanía con el principal centro político y económico del país, la Ciudad de México (a 220 km), lo que le permitió tener geográficamente una ventaja frente a otras ciudades y regiones. Sobre todo, con la construcción de la autopista México-Querétaro en la década de 1950.

4.- Política federal de descentralización industrial a través de programas como el de parques y ciudades industriales en las décadas de 1960 y 1970, los cuales tuvieron como meta desindustrializar la Ciudad de México y su zona conurbada para trasladar industrias que se habían edificado desde la década de 1940 hacia otras regiones y ciudades, de las que la principal beneficiaria fue la ciudad de Querétaro.

5.- Condiciones de relativa estabilidad social, existencia de pocos conflictos laborales y huelgas a lo largo del periodo 1943-2018, con la excepción de algunas que se suscitaron en la década de 1950 en el ramo textil en las siguientes empresas: El Hércules, San José de la Montaña y La Concordia (Olvera, 2011), y en la década de 1970 -debido a la insurgencia sindical que aconteció en varias empresas públicas y privadas a nivel nacional- Tremec y Uniroyal, así como a partir del año 2000 en Mabe refrigeradores y Lanas Merino. A la par de ello, la ciudad y su área metropolitana ha tenido en las últimas dos décadas una relativa seguridad en cuanto a baja criminalidad y delincuencia, así como poca participación del crimen organizado -situación que la mayor parte de ciudades y estados del país han padecido desde la llamada “guerra contra el narcotráfico” iniciada a partir del año 2006. En ese sentido, Querétaro se ha vuelto más atractivo para la inversión nacional y extranjera, así como de población migrante de diversas partes de la república, ya que la extorsión, el derecho de piso y el robo que generan los grupos delincuenciales ha sido bajo hasta el presente en comparación con otras regiones del país, lo que ha promovido más la inversión.

6.- Bajos salarios (comparativamente al de los trabajadores de países industrializados) de los obreros queretanos (y mexicanos en general), lo cual ha permitido la llegada de importantes firmas nacionales y extranjeras, y que por consiguiente es un importante aliciente para la llegada y asentamiento de empresas extranjeras y empresas privadas nacionales que se han beneficiado con la implementación del TLCAN o NAFTA desde su puesta en marcha a partir de la década de 1990.

En contraposición, también han existido limitantes -de acuerdo a las fuentes hemerográficas- para llevar a cabo un proceso de industrialización en Querétaro y su zona conurbada; las más complejas y que se han tratado de solucionar son las siguientes:

1.- Durante las décadas de 1940 y 1950 existieron problemas asociados al aprendizaje de trabajadores agrícolas, transformados en trabajadores de procesos industriales, situación que se comenzó a solucionar en las décadas de 1960 y 1970 con centros de capacitación para dar cursos de inducción a los obreros en procesos técnicos, así como al proletariado emergente que migró a la capital queretana desde diversas comunidades del estado y de otras entidades federativas.

2.- Problemas de infraestructura que se fueron solucionando sobre la marcha: energía eléctrica, carreteras, espuelas de ferrocarril, etc., aunque casi siempre rebasadas por la demanda de empresas que se fueron asentando en casi ocho décadas.

3.- Escasez de agua -sobre todo a partir de la década de 1990-, situación que se ha agudizado en el nuevo milenio y a partir del modelo de industrialización de maquila durante el modelo neoliberal, ya que el crecimiento poblacional e industrial de la ciudad ha requerido una mayor cantidad de agua que día a día ha sido más difícil de obtener, problemática que se ha paleado mas no solucionado mediante acuerdos con otras entidades del país. Por ejemplo, en las últimas dos décadas se ha traído a la capital queretana agua procedente del estado de Hidalgo, con los consabidos problemas y conflictos entre la población y las autoridades de aquel estado. A lo anterior hay que abonar la problemática del cambio climático que ha incidido negativamente en las sociedades a nivel mundial con sequías más largas y prolongadas y, subsecuentemente, con la escasez de lluvias.

Los inicios de la ISI en Querétaro: las décadas de 1940 y 1950 y la elaboración de bienes de consumo

De tal suerte, el comienzo de la industrialización en Querétaro fue acelerada, al igual que la mayor parte de otros procesos industrializadores regionales en México y América Latina, con la excepción de los ya señalados casos particulares de Monterrey, Medellín y Sao Paulo, que surgieron en este periodo.7 Es así que en Querétaro el proceso de bienes de consumo como la industria textil -que ya tenía cierta tradición desde la época colonial con los obrajes y trapiches, y durante el siglo XIX con la fábrica de El Hércules-, y la alimenticia, fueron las pioneras de dicho desarrollo.

De allí que las décadas de 1940 y 1950 trajeron consigo un interés por el desarrollo de la entidad y muy particularmente para el “progreso” material de la ciudad capital; prueba de ello es que para el año de 1940 bajo la gubernatura de Norandino Rubio (1937-1943) y la presidencia de Lázaro Cárdenas (1934-1940) se realizó una de las primeras investigaciones referentes a industrializar y potencializar a Querétaro, la cual corrió a cargo del Departamento de Industria y Comercio, en la que se hacía referencia al tipo de industrias que se podrían desarrollar en la ciudad y en el estado de Querétaro. En esa investigación se puso acento en proyectar industrias como el vidrio, pinturas, pastas, juguetes y curtidurías, e inclusive se habló de la posible construcción de una siderúrgica,8 ya que, según ese informe, en el norte del estado se encontraban minerales como el hierro y el zinc, principales elementos necesarios para poner en funcionamiento una acería.

Empero, esa investigación no convenció a los actores económicos y políticos del estado y la ciudad, y no rindió los frutos esperados para generar un primer inicio de industrias y empresas para proyectar el desarrollo en la ciudad de Querétaro; no fue hasta 1943, con un nuevo gobernador que se apostó -por un nuevo plan de industrialización, esta vez, mediante concesiones en forma de exenciones de impuestos- que se dieron a diversos industriales locales, nacionales y extranjeros para que invirtieran sus capitales en Querétaro. Estas concesiones fueron brindadas principalmente por el gobierno del estado en forma de exenciones fiscales; una de esas primeras leyes tendientes a industrializar la ciudad, por medio del gobernador Agapito Pozo -quien gobernó Querétaro de 1943 a 1949- propuso la ley 33, que fue aprobada de manera jurídica:

Con la Ley número 33, publicada el 9 de junio de 1944, a los inversionistas que invirtieran su capital en la instalación de fábricas nuevas y a los que se dedicaran a la construcción de hoteles, cines, teatros, comercios y casas habitación, y liberaba del pago del impuesto predial por el término de diez años a todas las nuevas construcciones urbanas (Miranda, 2005, p. 47).

Esta nueva ley, tendiente a ofrecer facilidades para la recepción de capitales e industrialización de la entidad queretana y principalmente su ciudad capital del mismo nombre, fue de gran importancia, ya que los más interesados fueron algunos empresarios queretanos como Roberto Ruiz Obregón, quien desde años antes ya mantenía la concesión de The Coca-Cola Company para distribuir en la entidad bebidas de refrescos de la marca ya mencionada, así como otras propias como refrescos Victoria. Y para el año 1948 se inauguró el edificio de la Embotelladora La Victoria, quedando ubicado en avenida del Río (hoy Universidad) y Allende.

Para finales de la década de 1940, la política de exenciones fiscales del gobernador Agapito Pozo rindió sus frutos más importantes con la llegada de inversionistas de otros estados de la república mexicana, por ejemplo, la empresa Fabricantes en General S.A de C.V, dedicada a la manufacturación de aislantes para electricidad, piezas para aparatos de radio y la industria electrónica, además de diversas empresas dedicadas a la elaboración y producción de dulces.9

Por otra parte, las empresas de capital extranjero con enormes montos de inversión como La Concordia, S.A (1947), fábrica de hilados y tejidos que para la construcción de su planta invirtió 1,200,000 pesos,10 Productos Lácteos, S.A (1948), subsidiaria de la multinacional Carnation S.A, se situaron en la zona industrial La Era -la primera zona industrial de la ciudad. Ya para la década de 1950 se estableció en la ciudad la empresa Kellogg’s de México (1951).

Todo este crecimiento industrial, auspiciado principalmente por el capital privado internacional y nacional, se complementó con inversión gubernamental, principalmente federal, para crear en la entidad y en la ciudad la infraestructura necesaria para facilitar a los industriales su asentamiento, y con ello la correcta distribución de sus productos, de allí que fuera necesario invertir en carreteras, energía eléctrica, transporte, agua y vivienda.

De esta forma, este proceso coyuntural de la década de 1940 se fue expandiendo y diversificando en la ciudad bajo la presidencia de Miguel Alemán Valdés (1946-1952) y la gubernatura de Agapito Pozo Balbas (1943-1949) con la política de exenciones fiscales para el establecimiento de industrias en la ciudad y en el estado, particularmente la ya señalada ley número 33. Derivado de ello, se siguió una política federal y, en menor medida estatal, durante las décadas de 1940, 1950, 1960 y 1970, que impulsó y fomentó la industrialización como la panacea y el camino hacia la entrada a la modernización de los mexicanos y los queretanos con la instalación en la década de 1940 en la ciudad de Querétaro de empresas de bienes de consumo como La Concordia, Productos Lácteos, Embotelladora La Victoria e Industrias Aga.11

Posteriormente, este sector se amplió en la década de 1950 con la llegada de empresas extranjeras, todas ellas estadounidenses como Ralston Purina (1958), Productos Gerber y Carnation -posteriormente adquiridas por la multinacional suiza Nestlé en el año 2006-, así como de empresas fabricantes de máquinas de coser como Singer. Todas ellas de capital estadounidense.

El comienzo de la industria metal mecánica y de la fabricación de algunos bienes de capital en Querétaro en la década de 1960

La década de 1960 fue un parteaguas en el proceso de industrialización de Querétaro. Es en este periodo que con el impulso por parte del gobernador González Cosío se creó el Consejo Económico de Querétaro (CEQ) para la promoción de nuevas industrias en la capital y el estado, para ello se realizaron estudios por parte de la firma estadounidense Arthur D. Little para promoción industrial,12 lo que a la postre proyectó el desarrollo de uno de las primeras y más importantes zonas industriales de la ciudad de Querétaro: Parques Industriales, enfocado al sector metal-mecánico y de bienes de capital y la llegada de las siguientes empresas: Compacto -empresa que fabricó maquinaria para la construcción como retroexcavadoras y palas mecánicas-, Industria del Hierro -que elaboró tubos y diversos materiales para empresas como Pemex-, Link Belt -fabricante de grúas mecánicas-, Máquinas de Procesos -maquinaria diversa- y Huber Warco -también maquinaria para la industria de la construcción-, todas ellas ubicadas al norte de la ciudad.

También en esta década llegó Transmisiones y Equipos Mecánicos (TREMEC) en la llamada Zona Industrial del Estado, emplazamiento ubicado al norponiente de la ciudad, en la carretera hacia San Luis Potosí y que fue pensada para abastecer el mercado nacional de la industria automotriz en el área de cajas de velocidades y transmisiones, en donde a través de sus hornos se funden diversas piezas como engranes y flechas de cardán13 -aunque en los últimos años la mayor parte de su producción se exporta hacia los Estados Unidos, Alemania y Bélgica. Además, otras empresas que llegaron en ese periodo fueron Massey Ferguson de México (tractores) y PRIMSA (montacargas).

En el caso de las empresas metal mecánicas aludidas, estas tuvieron capital extranjero, también estadounidense, y privado nacional (a manera de co-inversiones), principalmente de empresarios de la capital del país, como Bernardo Quintana Arrioja y el grupo de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), quien fomentó el establecimiento de estas empresas dentro de un desarrollo industrial llamado Parques Industriales (Miranda, 2003, p. 376). De esta forma, la llegada de estas industrias a territorio queretano fue supeditada desde afuera, dado que el empuje determinante para la actividad industrial, y específicamente del giro metalmecánico, fue gestado y desarrollado por eventos externos a la dinámica local (Urquiola et al., 1999, pp. 47, 48).

A la par de estas empresas ubicadas en la capital se comenzaron a asentar en lo que será el Parque Industrial Balvanera en el municipio conurbado de Corregidora rumbo a la carretera libre a Celaya, empresas como Interruptores de México -en el área eléctrica-, Levy Strauss de México -textil, principalmente pantalones- y Ampolletas -empresa que elaboró recipientes de vidrio.

Por su parte, los empresarios queretanos, que fueron pocos y con una visión hacia la inversión en rubros del sector terciario, por ejemplo en la construcción y administración de hoteles, tiendas, cines, agencias de autos y restaurantes, siguieron siendo actores poco participativos dentro de las inversiones en el sector industrial, debido, entre otras cosas, a la problemática que implicaron los altos montos de capital que se requieren para la puesta en marcha de una factoría; otras veces por el desconocimiento o el temor a ingresar a un segmento que históricamente había sido detentado por extranjeros o empresarios de otras latitudes del país, quienes fueron los principales interesados en conducir el proceso de industrialización en la ciudad.14

En ese sentido, el desarrollo industrial construido en Querétaro a partir de la década de 1960 resultó una experiencia endógena-exógena; un desarrollo socioeconómico impulsado desde fuera de la región. Hubo entendimiento entre un grupo económico nacional con fuertes vínculos con el capital transnacional (grupo ICA) y la élite política nacional, así como una clase política local (Yamasaky, 2008, p. 27).

Con referencia a la poca participación del empresariado local en el proceso de industrialización, se alude que los grupos locales de empresarios que estuvieron organizados en la Cámara de Comercio de Querétaro discriminaban con aguda claridad las posibilidades de fortalecer sus actividades y sus bolsillos involucrandose en un proceso de industrialización (Yamasaky, 2008, p. 321).

Una situación particular fue la promoción de escuelas industriales y centros de enseñanza técnicos para engrosar las filas de obreros en las fábricas y empresas que fueron llegando a la ciudad. Ejemplo de ello fue la Escuela Técnica Industrial número 59, mediante el aprendizaje de actividades tecnológicas y de técnica elemental. Otro centro de capacitación técnico fue el Centro de Capacitación Tecnológica e Industrial (CECATI), del cual egresaron 614 educandos hacia 1965, que se integraron a las principales industrias.15 Ahora bien, el modelo sociotécnico o de trabajo al interior de las industrias en Querétaro, al igual como sucedió en México y la mayor parte de América Latina durante la ISI, fue el de elementos pretayloristas y prefordistas con el desarrollo de elementos propios o endémicos “hechizos” de reparación y elaboración de piezas para la fabricación de diversos productos.

La llegada de nuevas empresas y la ampliación de la industria metal mecánica

Ahora bien, para la década de 1970 y con la política echeverrista y posteriormente lopezportillista de descentralización industrial, se crearon diversos parques y ciudades industriales. La ciudad comenzó a ser “invadida” por empresas de capital extranjero y nacional, mismas que se fueron asentando en el Parque Industrial Benito Juárez, inaugurado por el presidente Luis Echeverría en 1972. Para la concreción de este proyecto hubo inversiones privadas y públicas, particularmente del Fideicomiso de Parques Industriales de Nacional Financiera y de la Secretaría de Obras Públicas, la cual construyó la infraestructura básica y los reglamentos de construcción (El mercado de valores, 22 de mayo de 1972).

De esta forma, esta ciudad industrial se ubicó en la parte noroccidental de Querétaro, en la que se asentaron industrias metal mecánicas y del sector automotriz auxiliar: Uniroyal (Michelin) -dónde se elaboraron neumáticos- y Engranes Cónicos -dónde se fundían, troquelaban y se maquinaron piezas para proveer a otras empresas de la región en el sector automotriz y metal mecánico- y la en ese entonces empresa pública Celanese Mexicana -donde se fabricó articela y productos de poliéster para la industria textil-, por citar algunas. Lo anterior propició que se pasara en la década de 1960 a una inversión industrial de 247 millones de pesos a sobrepasar los 3,500 millones de pesos en inversión de nuevas empresas a principios de la década de 1970, más de 15 veces en inversión en una década (El mercado de valores, 22 de mayo de 1972).

En este periodo es que el gobernador Juventino Castro Sánchez dio continuidad al proyecto de González Cosío mediante la creación del Comité para el Desarrollo Industrial del Estado de Querétaro (CODIQUE), el cual fue encabezado por Bernardo Quintana. En ese sentido, este empresario “señaló que hacia 1974 las inversiones industriales en Querétaro del Grupo ICA fueron alrededor de 700 millones de pesos en las siguientes empresas: Link Belt, Tremec, Primsa e Industria del Hierro” (Noticias, 28 de enero de 1974). Las anteriores empresas estuvieron enfocadas a profundizar y desarrollar el sector metal mecánico y de bienes de capital, como se vio en líneas anteriores. Para esta época siguen siendo mínimas las inversiones de empresarios queretanos en el proceso de industrialización de la ciudad, y es eminente el crecimiento de capitales de empresas procedentes de la Ciudad de México.

Con el inicio del gobierno de Calzada Urquiza se prosiguió con la llegada de industrias y empresas a la ciudad, pero con menor intensidad que sus antecesores, sobresaliendo la multinacional francesa productora de alimentos enlatados Clemente Jacques en el sector de bienes de consumo. Sector que ya se encontraba desarrollado desde las décadas de 1940 y 1950 con la llegada de empresas del sector alimentico y textil, como quedo ejemplificado en líneas anteriores. Ahora bien, el total de inversiones en millones de pesos durante el periodo de la ISI que llegó a la ciudad y su zona metropolitana fue en aumento cada década como queda ejemplificado en la Gráfica 1.

Gráfica 1. Inversiones en millones de pesos en el sector industrial de Querétaro entre 1940 y 1970

Fuente: Elaboración propia con datos del Fondo Hacienda y de Informes de gobierno del Archivo Histórico del Estado de Querétaro.

Lo que se muestra en la gráfica es un aumento de más de 20 veces en inversiones industriales en casi cuatro décadas: de 100 millones en la década de 1940, 1,500 en la década de 1950, 3,500 millones en la década de 1960 y casi 5,000 millones para finales de la década de 1970. Lo anterior ayuda a entender la importancia de las inversiones en el sector secundario de la economía en la ciudad y su área metropolitana durante la ISI. Ahora bien, ¿de dónde provinieron esas inversiones? Es decir, ¿cuál fue el origen de esos capitales? Las inversiones en el sector industrial entre 1940 y 1980 provinieron principalmente de los Estados Unidos, con un 50 %; de otras regiones de México -como se ha señalado-: Distrito Federal, Estado de México y Monterrey, con un 40 %, principalmente, y en un menor porcentaje de naciones como Suiza, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Japón, que en su conjunto fue de un 10 % de inversión (ver Gráfica 2).

Gráfica 2. Orígenes de las inversiones en la industria en Querétaro y su zona metropolitana entre 1940 y 1980 en términos porcentuales

Elaboración propia con datos del Archivo Histórico del Estado de Querétaro.

Los anteriores datos nos ayudan a entender que en ese proceso las inversiones privadas e incluso públicas de origen mexicano compitieron con las de origen estadounidense, situación que va a cambiar durante el periodo neoliberal, donde las inversiones secundarias van a ser menores.

La industrialización y el proceso de des-industrialización en Querétaro durante el neoliberalismo

Al término del mandato de Calzada llegó a la gubernatura Rafael Camacho Guzmán, quien dio seguimiento al proceso industrial del estado y la ciudad. Empero, este gobernador señaló que el crecimiento industrial de la ciudad tenía que ser ordenado y bajo criterios selectivos. En ese tenor, su postura fue la siguiente:

La estratégica ubicación de Querétaro nos obliga a ser más cuidadosos porque el establecimiento anárquico trae consigo un crecimiento desordenado. Por esto nuestra postura es de regular el crecimiento industrial, dando preferencia a aquellas industrias que no sean contaminantes, que generen fuentes de trabajo y nos den oportunidad de desarrollar nuevas tecnologías.16

Con Camacho Guzmán para la década de 1980, el capital privado nacional en Querétaro se fue diversificando y, al mismo tiempo, se fue consolidando el Parque Industrial Benito Juárez con la llegada de 30 nuevas empresas, de entre las que destacan compañías regiomontanas como Vidriera (Grupo Vitro) -empresa que fabricó recipientes y botellas de vidrio, principalmente para bebidas como refrescos, jugos y la conservación de productos-, o de la misma Ciudad de México, como Astral (posteriormente Mabe) -enfocada a la elaboración de refrigeradores.17

A la par y coincidentemente con la puesta en marcha del modelo neoliberal (1982) bajo la presidencia de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), se comenzaron a poner en práctica la liberalización de los aranceles mediante la adhesión del país al Acuerdo General sobre Aranceles GATT (1986) -por sus siglas en inglés-; con ello, los empresarios privados nacionales fueron expandiendo sus industrias con la construcción de nuevas filiales en otras ciudades de la república.

En esta década la mayor parte de empresas pertenecieron a la industria metal mecánica, automotriz auxiliar y línea blanca. Es también en este contexto que asciende al poder Mariano Palacios Alcocer (1985-1991), quien fue el artífice para la construcción de un nuevo parque industrial en la ciudad, en este caso, en el corredor industrial de Querétaro-San Juan del Río, ubicado en el municipio de El Marqués, conocido como Parque Industrial Bernardo Quintana en una superficie de 335 hectáreas.

Hay que señalar que es en este periodo cuando en la ciudad de Querétaro y su área conurbada, se fue integrando -al igual que la mayor parte del país- a un proceso de industrialización basado en lo que se conoce como “industria maquiladora”,18 en la que el desarrollo de proyectos de bienes de capital tanto de inversión privada, mixta y pública cedieron su lugar a uno muy particular de ensamble de manufacturas orientado hacia la exportación a los Estados Unidos, principalmente en el sector automotriz.

En este sentido, al modelo de industria maquiladora se le puede asignar como característica principal el ser “espurio”, pues se basa en operaciones de ensamblado de baja remuneración, incentivadas por el mercado estadounidense” (Merchand, 2004, p. 231). En esa misma línea se señala que “este tipo de industrialización no genera tampoco los efectos esperados de difusión tecnológica hacia adelante, por lo que este tipo de industria estaría al origen de la industrialización ‘bastarda’ o trunca, que contribuye a la insuficiencia dinámica estructural y a la desindustrialización de la economía” (Calderón y Hernández, 2014, p. 10).

Aunado a ello, la especialización industrial y el seguimiento al desarrollo de una política económica nacionalista y “hacia adentro” que se dio durante la ISI fue supeditada por un patrón de economía “hacia afuera”, en el que la industria maquiladora tanto en México como en la ciudad de Querétaro fue el “modelo industrial” a seguir como nuevo paradigma de política económica, cuyas características principales en cuanto a la afectación en materia laboral son la precarización de las condiciones de trabajo mediante el pago de bajos salarios, lo que genera una fuerte rotación laboral; aunado a enormes exenciones que reciben como beneficio las compañías y que sirven como incentivo hacia las empresas y empresarios por parte de autoridades nacionales, estatales y municipales.

A la par de ello se puede hablar de que a partir de la década de 1980 y hasta el presente se inició un proceso de desindustrialización no sólo de Querétaro y su zona conurbada, sino también de un cambio que se dio a nivel nacional e internacional, que tuvo como característica el decaimiento de industrias como la siderúrgica y la metal-mecánica en donde se habían desarrollado en las décadas de 1960 y 1970 ciertas tecnologías y patentes, así como oficios como soldadura, pailería y de máquinas herramientas, lo que dio como resultado un obrero con un mayor grado de preparación industrial.

En el caso queretano, este tipo de empresas ubicadas en Parques Industriales como Link Belt, Compacto, e Industria del Hierro, por citar algunas, cerraron sus puertas, dando paso sobre todo a partir de la década de 1990 a una reestructuración industrial en donde se priorizó la elaboración de manufacturas de escaso valor en el que el aprendizaje tecnológico y las operaciones desde un punto de vista socio-técnico fue muy pobre; obreros que laboran en piso en máquinas de ensamble sencillas que no requieren para su operación de una capacitación de más de un turno u ocho horas,19 rasgos que han sido predominantes desde el “fin de la industrialización”. En ese sentido, la desindustrialización es un fenómeno que conlleva:

a) el cierre definitivo de establecimientos industriales, ponderado por su tamaño para evaluar su importancia, que conduce a la reducción del total de empresas; b) la disminución del número total de trabajadores industriales; c) la reducción absoluta del capital fijo y/o del ritmo de su formación; y d) la disminución del volumen de la producción industrial, medido en productos físicos, en valor total o agregado (Márquez y Pradilla, 2008, p. 25).

En el caso de América Latina, algunos autores han sugerido que el proceso de desindustrialización fue ocasionado debido al resultado de un drástico proceso de liberalización comercial y financiera, en un contexto de rápido cambio institucional que llevó a una abrupta reversión de su proceso de industrialización -previamente liderado por el Estado (Cuadrado Roura, 2021, p. 734).

Lo anterior se debió al fin del modelo económico keynesiano, de rasgos socio-técnicos pre-tayloristas y pre-fordistas de economía mixta y sustitutiva de importaciones lo que ocasionó la caída del empleo industrial y el fin de un modelo sociotécnico rígido al interior de las empresas, consecuentemente inició la flexibilidad laboral con prácticas de trabajo como el pos-fordismo, el toyotismo u ohnismo. También, como consecuencia, se incentivó y creció el sector terciario de la economía (servicios), en el caso de Querétaro esto se ha puesto en evidencia en la última década con la llegada de inversiones enfocadas a call centers y corporativos bancarios.20 Todo ello fue propiciado debido a:

el desmonte del modelo de sustitución de importaciones, los arreglos comerciales adoptados por México desde la entrada al GATT, la renuencia a instrumentar políticas sectoriales efectivas y a invertir masivamente para estimular las inversiones privadas, el país renunció a proseguir la industrialización y mantiene un patrón de crecimiento basado en las exportaciones de factores abundantes: mano de obra barata y manufacturas insertas en las cadenas de valor globales (Puyana y Romero, 2006, p. 107).

A la par de ello, las medidas que se implementaron con el cierre de la ISI y la entrada del neoliberalismo fueron el retiro del Estado en las actividades productivas (venta de empresas públicas) y una política de finanzas públicas sanas y control de la inflación. A lo anterior se sumaron la reestructuración productiva y la introducción de la flexibilidad laboral para reducir el costo de la fuerza de trabajo” (González et al, 2014, p. 152). Las diferencias entre los modelos de industrialización a nivel nacional y local quedan especificadas en el Cuadro 1.

Cuadro 1. Modelos económicos y política económica adoptada en México y (Querétaro) y sus respectivas formas sociotécnicas aplicadas en la industria

Tipo de economía y temporalidad Modelo económico Tipo de mercado Tipo de proceso productivo Modelo socio-técnico
ISI (1936-1982) Modelo keynesiano Mercado interno Industrialización (Fábrica) Pre-fordismo, y fordismo (rigidez laboral)
Economía de libre mercado (1982-2018) Neoliberalismo Exportaciones Desindustrialización (Maquila) Toyotismo (flexibilidad laboral y polivalencia de funciones y operaciones)

Fuente: Elaboración propia a partir de la consulta y lectura de diversos textos y documentos

La década de 1990 y principios del nuevo siglo: florecimiento de la industria automotriz auxiliar y aeronáutica en Querétaro y su proceso de reindustrialización

Ahora bien, ya en la década de 1990, con el impulso del dogma del libre mercado que promovió Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), y que se concretó mediante la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se consolidó la entrada de capitales extranjeros en México, sobre todo estadounidenses -y en menor medida canadienses-, y Querétaro no fue la excepción. Con ello, el proceso de desindustrialización de la década de 1980 cedió su lugar a un proceso de reindustrialización en la década de 1990, guiado por capitales extranjeros, principalmente estadounidenses.

Estos capitales y nuevas inversiones fueron en parte producto del cierre y traslado de empresas en Estados Unidos, provocado por el proceso de desindustrialización que llevó a zonas del noreste estadounidense y sureste canadiense conocido como el rustbelt o cinturón del óxido a un declive de enormes magnitudes: desempleo, pobreza, problemas sociales, drogadicción e inseguridad. Esas empresas e industrias trasladaron a países periféricos sus compañías, dando como resultado que para el caso de Querétaro y otras ciudades del país representaron empleos con salarios de baja remuneración en áreas operativas y salarios medios para ingenieros y puestos administrativos: gerentes y personal de recursos humanos.21

Con ello, diversas empresas, particularmente de la rama automotriz auxiliar (autopartes), se instalaron en la ciudad y su zona conurbada, con la apertura de nuevos parques y ciudades industriales como los ya citados Bernardo Quintana y Balvanera, así como el Querétaro, Tepeyac, El Marqués y Tecnología Innovación, construidos en el nuevo milenio y enfocados mayoritariamente a la producción de amortiguadores, arneses, balatas, boosters, elevadores, seguros, transmisiones mecánicas y bolsas de aire.

Algunas de estas empresas extranjeras, principalmente de capital alemán, estadounidense y japonés, fueron: ZF-TRW, Hitachi, Grammer, Nexteer (antes Delphi) y Autolive, pensadas para surtir y cubrir a diversas ensambladoras asentadas en México de origen multinacional, y que a su vez se encargan de proveer uno de los principales mercados del mundo (el norteamericano) con sus diversas empresas ubicadas en la región de los Grandes Lagos: Detroit, Michigan y Toronto, Ontario.

Finalmente, y a partir del nuevo milenio y a la par de esos nuevos parques industriales, se fueron asentando en la ciudad y zona conurbada firmas extranjeras dedicadas al sector aeroespacial, como la franco-canadiense Bombardier, la francesa Safran y la española Aernova. La primera y segunda ubicadas en lo que se conoce como Clúster Aeroespacial de Querétaro, en el municipio de Colón -a 50 kilómetros de la ciudad y en donde se integraron a una serie de empresas proveedoras y una Universidad Aeronáutica destinada a proporcionar educación tecnológica para formar cuadros técnicos y capacitar a los trabajadores que van a laborar en estas empresas-, y la tercera, en el Parque Industrial Querétaro (PIQ), en el municipio homónimo (ver Mapa 1).

Mapa 1. Zona conurbada de Querétaro y sus principales parques industriales entre 1950 y 2005

Fuente: Elaboración propia con datos de Revista Industrial.

En ese sentido, la industria aeronáutica no solo en Querétaro, sino en México en general, comenzó su desarrollo a principios del siglo XXI mediante la llegada de IED, principalmente a estados del norte del país como Baja California, Chihuahua, Nuevo León y Sonora. En el caso de Querétaro, existió un antecedente cercano con la empresa Turborreactores a principios de la década de 1980 en la construcción de algunos implementos necesarios en la fabricación de aviones, como son las turbinas, pero la elaboración y ensamble de aeronaves y procesos más complejos dieron comienzo a partir del año 2005, situación que fue avanzando a partir del año 2010.

Ahora bien, ¿cómo se dio la llegada de esas inversiones extranjeras? Principalmente mediante foros que comenzaron a realizar autoridades locales, estatales y nacionales para atraer inversiones en el sector aeronáutico y que se llevaron a cabo tanto en Querétaro, Ciudad de México y en el extranjero. Durante los gobiernos estatales de Francisco Garrido (2003-2009), José Calzada (2009-2015,) Francisco Domínguez (2015-2021), y los sexenios de los presidentes Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), y a través de secretarías como Economía, se va a crear la plataforma ProMéxico para atraer inversiones al país. En el caso de Querétaro, este mecanismo fue utilizado para atraer inversiones de empresas extranjeras de tradición en ese sector como la franco-canadiense Bombardier, la francesa Safran y, en menor medida, la brasileña Embraer. En ese sentido, se ha puesto en marcha en Querétaro la incidencia de una triple hélice (Salinas, 2016, p. 80) de actores económicos para consolidar la industria aeronáutica en Querétaro: sector público, investigación (Universidad Aeronáutica) y algunas universidades privadas, y principalmente las inversiones de empresas extranjeras.

Sin embargo, hay que señalar que, al igual que en otros periodos históricos, las tecnologías utilizadas en otros sectores productivos como la industria automotriz y de bienes de capital, también en el sector aeronáutico, los diseños, patentes y maquinaria provienen de las casas matrices de esos países. De hecho, todas las empresas del sector aeronáutico asentadas en Querétaro envían a sus cuadros técnicos, algunos obreros e incluso de gestión y recursos humanos, a capacitación. Ejemplo de ello es la empresa Bombardier, que desde el año 2010 capacita y entrena a los trabajadores en su planta ubicada en Montreal, Quebec. Lo que es un hecho es que las autoridades municipales y, sobre todo, estatales de Querétaro, por lo menos en los últimos quince años, han apostado dentro de la industria en el sector aeronáutico y todavía es muy temprano para brindar un análisis completo sobre lo que será y representará para la capital queretana y su zona metropolitana en términos económicos y sociales.

Conclusiones

El proceso de industrialización en Querétaro durante gran parte del siglo XX y los inicios del siglo XXI ha tenido ciertas particularidades en el largo plazo. Hay que distinguir que su proceso comenzó a desarrollarse a partir de la década de 1940, justo cuando circunstancias exógenas como habían sido la crisis económica de 1929 y el inicio y desarrollo de la Segunda Guerra Mundial habían generado un aliciente a la economía mexicana. Ambas circunstancias generaron el cierre de la economía mundial; de esta forma, México tuvo que generar mediante inversiones públicas y privadas un proceso de industrialización pensado en el desarrollo endógeno, para crear un mercado interno fuerte y protegido para el surgimiento de lo que se va a conocer como proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones, ISI.

Ese cúmulo de circunstancias propició que en la ciudad de Querétaro -que tradicionalmente había enfocado su economía al sector primario- transitara hacia un proceso de industrialización. El camino no fue sencillo, ya que había que sortear diversas problemáticas, como el hecho de que en la ciudad y lo que será su zona conurbada los capitales e inversiones del empresariado local habían sido enfocadas tradicionalmente hacia otros sectores de la economía, como fue el sector servicios a través de la inversión en hoteles, comercios, agencias de autos, cines, restaurantes entre otros. Para sortear esa problemática, los diversos gobiernos del estado promovieron y atrajeron inversiones de otras partes del país, pero también del extranjero; de esta forma comienzan proliferar capitales estadounidenses enfocados en un inicio hacia los bienes de consumo, para posteriormente proyectarse hacia algunos bienes de capital. En ese sentido, empresarios y empresas de la Ciudad de México, Estado de México y de Monterrey van a generar empleos e inversiones en la ciudad, de ellos sobresale -como se ha dejado constancia en la investigación- el caso de Bernardo Quintana Arrioja y el grupo ICA, que fue uno de los principales artífices del proceso de industrialización en Querétaro mediante la construcción de una de las primeras zonas industriales: Parques Industriales.

Con ello, se va a transitar hacia un tipo de industrialización que siguió los parámetros -como señalaron teóricos del desarrollo como Hirschman y Gerschenkron, y economistas como Rostow, y que siguen casi todos lo procesos: se inicia con un sector de bienes de consumo, para transitar hacia una industria metal mecánica y de algunos bienes de capital, para continuar con la elaboración de diversos componentes para la industria automotriz, y ya durante el modelo neoliberal, hacia el sector aeronáutico. Esta situación se consolidó con la llegada de inversiones de la ciudad de México y el Estado de México mediante lo que se conoció como la política de descentralización industrial, es decir, empresas que llegaron a Querétaro debido a que la concentración industrial de la capital del país y su zona metropolitana era insostenible en términos de contaminación ambiental, generación de problemas de tránsito y de crecimiento poblacional.

Debido a los vientos de cambio que se comenzaban a soplar a nivel internacional, se instauró la doctrina neoliberal en México; con ello, el tipo de industrialización que se había llevado a cabo en Querétaro por casi cuatro décadas se eliminó, dando paso a otra en la que la elaboración de manufacturas de escaso valor agregado con la fabricación de partes automotrices, eléctricas y de ensamble tomaron la delantera, situación que se aceleró en la década de 1990 con la firma del TLCAN.

A la par de ello, Querétaro ingresó a un proceso de desindustrialización en el que las antiguas empresas metal mecánicas y las que elaboraban algunos bienes de capital convirtieron sus espacios en centros comerciales, habitacionales y call centers, fomentando el crecimiento del sector terciario de la economía, lo que de alguna manera alteró el entorno laboral e incluso social de la ciudad, ya que muchas de las personas que laboraban en esas empresas fueron despedidas, ingresando al sector informal en mercados y tianguis. En ese sentido, como se ha venido argumentando en esta investigación, el proceso de industrialización en Querétaro, si bien surgió en un principio -durante la ISI- para desarrollar y potencializar el sector industrial de la ciudad debido a circunstancias exógenas -crisis de 1929 y la Segunda Guerra Mundial- y a desarrollar un sector obrero e incluso tecnológico a través de la inversión mixta, éste cambió a profundidad con el diseño de una política industrial enfocada hacia afuera, mediante la exportación de manufacturas de fácil elaboración, cuyo destino principal ha sido el mercado de América del Norte.

En ese sentido, la industrialización en Querétaro y su zona conurbada en el periodo comprendido entre 1943 y el año 2018 no ha podido consolidarse como un proceso de conocimiento endógeno y desarrollo de tecnologías propias que pudiera impactar de manera positiva en los obreros y en la sociedad en general, lo que resulta en un proceso de industrialización dependiente en términos de inversiones y tecnologías, aún cuando en últimas décadas se ha señalado a Querétaro como un ejemplo de éxito económico -desde las autoridades locales estatales y nacionales, e incluso organizaciones de la sociedad civil-, sobre todo en materia industrial. Lo anterior hay que matizarlo, ya que si bien actualmente un 32 % de la economía del estado depende del sector secundario, éste en su mayoría está dedicado a la elaboración de manufacturas -como se ha señalado en el trabajo- de escaso valor agregado en términos de complejidad y de grado tecnológico, lo cual obviamente ha generado lo que ya desde la década de 1970 señaló Fernando Fajnzylber como un proceso trunco o bastardo de industrialización, que ha inhibido el tránsito hacia un proceso de industrialización desarrollado como los tigres asiáticos, los países escandinavos e, incluso, de algunas regiones de América Latina y ciudades como Sao Paulo en Brasil, cuyo proceso de industrialización siguió pautas más complejas que lo han llevado a elaborar motores, aviones, autobuses y, en general, algunos bienes de capital con tecnologías endógenas y propias.

Archivos

Archivo Histórico del Estado de Querétaro (AHEQ)

  • Fondo Hacienda
  • Informes de Gobierno

Hemerotecas

Hemeroteca del Archivo Histórico del Estado de Querétaro

  • Noticias 1950-1970
  • Diario de Querétaro 1970-1980

Hemeroteca Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UAQ)

  • Amanecer (1945-1960)
  • Tribuna (1950-1960)

Biblioteca Facultad de Economía UNAM

  • Revista El mercado de valores, Nacional Financiera, 1974

Bibliografía

AGUIRRE, T y DE LA PEÑA, S. (2006). De la Revolución a la Industrialización. En Enrique Semo (coord.), Historia Económica de México , vol. 4. UNAM, Océano.

BIEGEL, F. (2006). Vida, muerte y resurrección de las “teorías de la dependencia”. En Crítica y teoría en el pensamiento social latinoamericano (287-326). CLACSO.

CAMPOS DE MARÍA, M., DOMÍNGUEZ, L., BROWN, F. y SÁNCHEZ, A. (2013). El desarrollo de la industria mexicana en su encrucijada, entorno macroeconómico, desafíos estructurales y política industrial. UNAM, Universidad Iberoamericana.

CÁRDENAS, E y OCAMPO, J. A. (Comps.). (2003). Industrialización y Estado en la América Latina. La Leyenda Negra de la Posguerra. FCE.

CARDOSO, C. (Coord.). (1988). México en el siglo XIX, 1821-1910, historia económica y de la estructura social. Nueva Imagen.

CARDOSO, C.F y PÉREZ, H. (1979). Historia económica de América Latina , Vol, 2. Crítica.

CERUTTI, M. (2006). Burguesía y capitalismo en Monterrey, 1850-1910. Fondo Editorial de Nuevo León.

CUADRADO ROURA, J. (2021). Desindustrialización y terciarización. El avance hacia una creciente integración servicios-industria. El Trimestre Económico, 88(351), 719-768.

DAVILLE LANDERO, S. (2013). La evolución de la industria en Querétaro. En R. Aguilera Montoya, J. A. González y E. Guzmán (Coords.), Tiempo y región, Estudios Históricos y Sociales, volumen VI: Querétaro, sus primeras siete décadas de historia y crecimiento en el siglo XX. Municipio de Querétaro, UAQ, INAH.

EL MERCADO DE VALORES. (1972). Nacional Financiera, XXXII(21). 22 de mayo de 1972.

GUILLÉN ROMO, H. (2013). México: de la sustitución de importaciones al nuevo modelo económico. Comercio Exterior, 62(4), 34-60.

GUNDER, F. (1987). Capitalismo y subdesarrollo en América Latina. Siglo XXI.

HERREROS, S. y DURÁN, J. (2011). Reprimarización y desindustrialización en América Latina, dos caras de la misma moneda. División de Comercio Internacional e Integración. Cepal.

FAJNZYLBER, F. (1983). La industrialización trunca en América Latina. Nueva Imagen.

GONZÁLEZ, N. (2014). La industria maquiladora de exportación. UAEH.

GONZÁLEZ, I. y OSORIO, L. (2001). La Industria en Querétaro, Polarización del Desarrollo. UAQ.

GONZÁLEZ, I. y OSORIO, L. (2000). Cien Años de Industria en Querétaro. UAQ.

GUNDER, F. (2005). Capitalismo y subdesarrollo en América Latina. Siglo XXI.

HIRSCHMAN, A. (1981). La estrategia del desarrollo económico. FCE.

MÁRQUEZ, L. y PRADILLA, E. (2008). Desindustrialización, terciarización y estructura metropolitana: un debate conceptual necesario. Cuadernos del CENDES, 25(69), 21-45.

MERCHAND, M.A. (2004). El patrón de industrialización de México subordinado a la maquiladora estadounidense. Espiral, XI(31), septiembre-diciembre, 221-248.

MIRANDA, E. (2005). Del Querétaro Rural al Industrial, 1940-1973. UAQ, Porrúa.

MOSK, S. (1950). Problemas agrícolas e industriales de México , Tomo, 2. Universidad de Illinois.

NOTICIAS. (1974). (290). 28 de enero de 1974.

OCAMPO, J. (2008). Hirschman, la industrialización y la teoría del desarrollo. Desarrollo y Sociedad, (62), 41-65.

OLVERA AGUILAR, J. (2011). Conflictos y manifestaciones obreras en Querétaro, 1950-1960 [Tesis de Licenciatura]. Universidad Autónoma de Querétaro.

OLVERA AGUILAR, J. (2013). La industrialización en Ciudad Sahagún, Hidalgo, un análisis de las empresas Dina-Fiat y Toyoda entre 1951 y 1960 [Tesis de Maestría]. Universidad Autónoma de Querétaro.

POTASH, R. A. (1986). El Banco de Avío: El fomento de la industria, 1821-1846. FCE.

PUYANA, A. y ROMERO, J. A. (2006). La maquila fragmentación de los procesos productivos y su impacto sobre las remuneraciones a los factores. Problemas del desarrollo, 36(141), 155-182.

SALINAS, R. (2016). La configuración industrial del sector aeroespacial en el estado de Querétaro, México, retos y posibilidades de desarrollo. UAQ, Fontamara.

URQUIOLA, J. I. et al, (1999), Industria en Querétaro. Canacintra, Gobierno del Estado de Querétaro.

YAMASAKY, A. (2008). Querétaro contemporáneo, desarrollo socioeconómico. UAQ.

Notas

1 Este municipio, aunque se encuentra fuera del área conurbada, en lo que va del nuevo milenio se han establecido diversas empresas del sector aeronáutico que han dado pie a la conformación de un clúster aeroespacial, insertándose en la estructura metropolitana de la ciudad debido a que sus cuadros administrativos y productivos viven en los municipios de Querétaro y El Marqués principalmente. De allí que se consideré para esta investigación dentro de su análisis.

2 En ese sentido la investigación se circunscribe -a la par de un análisis histórico sobre la industrialización y modernización- a un estudio regional en el que los ya señalados municipios conurbados comparten procesos geográfico-históricos de carácter político, económico, social y cultural con similitudes que pertenecen a una microrregión del Bajío, en este caso del Bajío oriental mexicano; además de estar insertados en la región sur del estado de Querétaro

3 Hay que señalar que un obrero en los Estados Unidos en el sector industrial gana entre 30 y 40 dólares por hora, mientras que en México ese salario es de aproximadamente de 10 a 15 dólares por día.

4 Para un entendimiento particular sobre esta institución, véase la obra escrita por Robert A. Potash, (1986), El Banco de Avío en México, el fomento industrial, 1821-1846.

5 Hay que señalar que industrias plenamente desarrolladas que existen en países centrales, como la de la electrónica, la robótica y de la informática como el software, que son parte de la llamada Cuarta Revolución Industrial.

6 Utilizo este término para señalar que los empresarios de la Ciudad de México y Estado de México fueron un grupo nacido bajo el amparo del gobierno del régimen posrevolucionario (entre ellos se puede destacar los nombres de Rómulo O’Farril, Bruno Pagliai y Bernardo Quintana, por citar algunos ejemplos). En contraparte, el grupo Monterrey tuvo presencia en el país desde la segunda mitad del siglo XIX, durante el porfiriato, y ya en 1929 se organizaron en torno a la Confederación Patronal de la República Mexicana COPARMEX; por tanto, este último grupo en ocasiones se sintió olvidado y amenazado por el nuevo que estuvo completamente aliado a los regímenes priistas de viejo cuño. Para ello, véase la obra de Sanford Mosk (1950), “La revolución industrial en México, en Problemas agrícolas e industriales de México, en donde el autor estadounidense realizó un acercamiento al debate entre estos dos grupos empresariales.

7 Con ello no quiero decir que sean los únicos ejemplos de industrialización temprana en América Latina, pero sí los más representativos.

8 Archivo Histórico del Estado de Querétaro, AHEQ, Fondo Industria, 7 de marzo de 1940.

9 AHEQ, Fondo Industria, enero de 1946.

10 AHEQ, Fondo Industria, marzo de 1946.

11 AHEQ, Caja 4, IV Informe de Gobierno del Estado, Lic. Agapito Pozo, 16 septiembre 1947.

12 AHEQ, Caja 5, I, Informe de Gobierno del Estado, Ing. Manuel González Cosío, septiembre de 1962.

13 AHEQ, Caja 5, III, Informe de Gobierno del Estado, Ing. Manuel González Cosío, septiembre de 1964.

14 El grueso de empresarios queretanos destinó la mayor parte de sus capitales a proyectos del sector terciario de la economía, aunque debo aclarar que, a partir de la década de 1990, nuevos empresarios (mayoritariamente no nacidos en Querétaro) comenzaron a enfocarse hacia las pequeñas y medianas empresas PYMES, no así dentro de la gran empresa fordista y taylorista que elabora en serie enormes productos manufacturados.

15 AHEQ, Caja 5, IV Informe de Gobierno del Estado, Ing. Manuel González Cosío, septiembre de 1965.

16 AHEQ, Informe de Gobierno de Rafael Camacho Guzmán, 1981.

17 Esta empresa fabricante de refrigeradores y línea blanca dejó sus operaciones en Querétaro a finales del 2016 para ser transferida a la ciudad de Celaya, Gto, en donde ya contaba con una planta industrial desde principios del siglo XXI.

18 Prueba de ese fomento de promoción y desarrollo de la industria maquiladora a nivel nacional en la década de 1980 fue el Programa de Fomento de la Industria Maquiladora de exportación de 1983 a 1988, creado por la SECOFI.

19 Lo anterior basado en la experiencia empírica que se ha tenido al interior de diversas industrias en donde se ha laborado y realizado trabajo de campo: automotriz, metal-mecánica y de bienes de consumo.

20 Ejemplo de ello han sido los corporativos del banco español Santander, ubicados en Boulevard Bernardo Quintana y otro más en Avenida 5 de febrero.

21 Estos salarios son en promedio entre 5,000 a 7, 000 mensuales en puestos operativos, y de 20, 000 a 30, 000 para ingenieros y supervisores y de 30, 000 a 50, 000 para gerentes y altos mandos. Datos tomados de contratos colectivos de diversas empresas desde el año 2016 hasta el año 2022.